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Premisa.
Hace tiempo que quería compartir esta reflexión sobre mi aventura con los NFTs en Bitcoin. Al tratarse de tecnologías nuevas que vamos descubriendo y usando a medida que se van desarrollando y madurando, todo lo que aquí se comenta es el resultado de mi experiencia personal, desde mi perspectiva profesional, y en el momento presente (Junio de 2023).
Vaya también por delante, que sólo me interesan los NFTs sobre Bitcoin, tal como ya expliqué anteriormente en este espacio.
Georgina Mauriño
NFTs - pros & cons
+ en positivo
Nos encontramos en la web3, donde los usuarios de internet podemos identificarnos y también podemos identificar aquello que traemos a la red como nuestro. Gracias a la tecnología, es posible demostrar que una imagen , una música, un vídeo… tiene una persona detrás, que es quien lo introduce en la red por primera vez. Esto es lo que ocurre cuando acuñamos un NFT, y se parece mucho a lo que ocurre cuando registras una obra en un registro físico.
Si eres el autor de una obra de arte y has registrado alguna obra en un Registro de Propiedad Intelectual, sabrás que lo que se nos pide a los autores es una identificación, aportar una copia, describirla en un formulario y finalmente declarar que somos los autores originales. Así, en unos días y tras las comprobaciones del registro, obtenemos una prueba de nuestra autoría en el caso de que se surja alguna duda en el futuro.
Por eso, los NFTs son una tecnología magnífica para los autores independientes. La fortaleza de esta tecnología está en la identificación de autor (aunque sea seudónima, como también puede darse en los registros reales, por cierto), la identificación de la obra (a través una copia, tal y como se hace en los registros reales), y sobre todo el momento del registro, en lo que la tecnología blockchain destaca por su precisión e imposibilidad de corrupción (cosa en la que los registros no pueden ser tan fiables).
Conclusión:
Los NFTs traen la posibilidad de la Propiedad intelectual para los autores, y a partir de ahí podemos ponerles un precio en la red. Por eso, podemos hablar hoy de un Internet del Valor.
- en negativo
Cuando acuñamos un NFT en un marketplace ocurre algo que rara vez se comenta, y que es fundamental. Para darte ese servicio el marketplace tiene que guardar la copia de la obra que subes para poder acuñar el NFT.
La inmensa mayoría de los marketplaces utilizan un tipo de almacenamiento que llaman descentralizado (se mantiene con la contribución de todos los participantes, no es un almacén privado) y que es abierto (cualquiera puede acceder). A menudo se utiliza IPFS.
¿Qué significa que tu obra esté en una almacén como IPFS cuando acuñas y pones a la venta tu NFT?
El NFT apunta a tu copia y cualquiera que ve tu NFT puede con el botón derecho de su ratón descargarse una copia sin problema desde el almacén. No es ni siquiera necesario haber comprado el NFT.
Para aquellos que otorgan valor solamente al título de propiedad de una obra, esa copia no tiene valor. Pero, para todo aquel que quiera dar algún otro uso a esa obra, puede acceder sin mayor problema a cualquier archivo acuñado como NFT. Por supuesto, legalmente nadie tiene derecho a usar esas copias, pero me surgen muchas preguntas incómodas ¿quien va a poder detener a aquel que quiera aprovecharse de manera “discreta” sin que nos enteremos? ¿nos debe importar o no? ¿no deberíamos poder decidir los autores? ¿qué hemos ganado respecto a las plataformas 2.0?
Conclusión:
A día de hoy, los NFTs NO SON UNA BUENA SOLUCIÓN para los autores que quieren explotar sus obras gestionando su uso mediante licencias de copyrights/derechos de autor.
Uso de los NFTs sin perder el control de las obras
Llevo desde 2019 tratando de buscar las mejores soluciones para autores independientes como yo, y por eso me consta que son posibles otros caminos. Desde el proyecto Smartists he estado tratando de desarrollar un servicio que evitase el almacenamiento externo de las obras cuando se acuñan, pero desgraciadamente no he conseguido reunir al equipo técnico que pudiera hacerlo realidad. Por eso, a día de hoy, os cuento cómo vamos a gestionar nuestras obras desde Mirlo Music en Internet, donde estamos explorando nuevos caminos en la web3.
En Mirlo Music nos planteamos dos usos esenciales (seguro que van surgiendo más). Estos dos usos tienen por objeto darnos a conocer y promocionar lo que hacemos:
Cromos Digitales . Al hilo de los productos de uso y físicos (en nuestro caso, libros, eBooks, etc.)
Entradas o Acceso a contenido bajo llave . En el futuro los NFTs harán todavía más fáciles las suscripciones, entradas para eventos, acceso a contenidos premium en plataformas digitales, etc.
Pero, ¿cómo evitar que mis obras queden en ese almacén abierto para su uso indiscriminado?
Por nuestra parte, sólo acuñamos NFTs a partir de copias de calidad media-baja, con la que no resulta posible imprimir o utilizar una música como banda sonora. Tanto los NFTs como las copias que se puede bajar desde el marketplace cualquier usuario son una calidad suficiente para disfrutarse en el móvil, en el ordenador… pero no sirven para proyectar en gran pantalla o hacerte una camiseta, y en adelante no subiremos piezas musicales completas a ningún mercado de NFTs.
Aquí puedes ver un ejemplo de nuestros "cromos digitales”.
Conclusión:
Se trata de mostrar lo que uno puede hacer, pero no regalar nuestro trabajo, aquello que tiene verdadero valor, y de lo que vivimos.
Los NFTs como Licencias de Copyrights
Los NFTs son “token” [representación, prenda…] y por tanto pueden representar no sólo una obra de autor sino casi cualquier cosa, y en particular pueden representar también licencias.
Esta fue la solución que se me ocurrió al no poder llevar a cabo el desarrollo de nuestro proyecto en Smartists.
Se trata de ofrecer un contrato de licencias de uso con todas su cláusulas en la forma de un NFT. El comprador del NFT en cuestión obtiene el permiso para usar un obra original bajo unas determinadas condiciones y con unos límites: en la misma web se le informa, y si está de acuerdo, da su consentimiento al comprar el NFT. Después, el comprador envía el identificador de su contrato al autor, quien puede enviarle directamente a ese comprador identificado una copia original de gran calidad para que pueda hacer el uso que le corresponda según su licencia.
Esta idea, tratamos de implementarla hace unas semanas, pero resultó un tanto complicado, ya que dependemos del marketplace, que tardó en dar el visto bueno, y no dejó que pusiéramos a la venta alguna de las licencias. Todavía ignoramos las razones… Por otra parte, nos consta que la experiencia que podemos ofrecer a los usuarios con nuestros humildes medios es limitada, si bien nos sirve para mostrar un poco lo que necesitamos.
Podéis ver cómo tenemos planteado el desarrollo de la Mirlo Music Smartists Licenses aquí.
Conclusión In Progress:
En vistas de todas estas dificultades, nos preguntamos si debíamos seguir por este camino. No pusimos en contacto con nuestros generosos consejeros y compañeros de camino en Smartists, y al fin decidimos que en Mirlo Music vamos a centrarnos en lo que funciona, y dejar abierta puerta a retomar este desarrollo en unos meses, siempre que haya interés por parte de algún miembro de la comunidad con capacidades técnicas.
Alternativas a los NFTs: Ordinals
Afortunadamente, han surgido nuevas formas de propiedad intelectual en la web3, entre las que destacan los “Ordinals”.
Aunque hay quien les llama “NFTs sobre Bitcoin”, lo cierto es que la tecnología es muy diferente. Respecto a lo dicho más arriba sobre los NFTs, los Ordinals tienen la misma utilidad positiva: los archivos digitales se inscriben como artefactos [artifacts] en la blockchain, y quedan registrados con identificadores y en un momento preciso. Sin embargo, los Ordinals se inscriben directamente en la blockchain de Bitcoin y por eso las obras no quedan almacenadas al alcance de cualquiera.
Poder prescindir de un almacenaje externo (donde con los NFTs perdía el control de mis archivos) me parece una aportación esencial.
Y sin embargo, con estos Ordinals, se me plantean dos problemas: 1. el límite de lo que se puede inscribir, que de momento está limitado a archivos de determinados formatos y tamaño reducido (si se hace con un intermediario como Gamma); y 2. el hecho de que se está usando una herramienta como es la blockchain de Bitcoin para un uso que diferente del originariamente creado, cosa que puede acabar entorpeciendo las transacciones de la moneda.
En cuanto al primer problema, creo que de momento esto nos obliga a discurrir nuevas maneras de crear valor que no requiera de archivos grandes… ya iremos pensando qué tipo de obras podemos crear que sea posible inscribir. Además, en este asunto seguramente la tecnología nos irá dando sorpresas según vaya madurando.
En cuanto al problema del uso respetuoso de la blockchain de Bitcoin, pienso que las virtudes de esta blockchain pueden servir para muchas otras cosas y causas valiosas más allá de la moneda misma. En este sentido pienso que hay todo un legado humano que puede recorrer el mundo y también viajar al futuro al quedar inscrito por siempre en la blockchain.
Sobre el tema encuentro este video que me parece muy clarificador. Es la opinión de una persona entusiasta de Bitcoin y la tecnología, crítica con los Ordinals, pero que entiende el potencial de los ordinals como repositorio de la libertad de expresión.
Precisamente porque creo que es una tecnología muy valiosa para preservar lo que importa, no me he lanzado todavía con los Ordinals. De hecho, aunque comprendo que haya muchos que se hayan lanzado a usarlos sin mucha reflexión, confío que en el futuro acabaremos viendo cosas interesantes, y yo ya voy pensando qué huella me gustaría dejar inscrita en bitcoin.
Esto me recuerda por qué estoy aquí, y es que mi trabajo como autora siempre fue el hacer de correa transmisora de nuestro legado cultural en una forma que resultase relevante hoy, útil al ser humano en su progreso… Así que, lo natural para mí es hacer ahora una buena reflexión sobre cómo puedo utilizar mejor estos Ordinals, y los NFTs… en Mirlo Music o en los nuevos trabajos que vaya abordando como autora-ilustradora.
En esta Newsletter os lo voy contando.
Mi saludo agradecido a quien lea estas líneas.
Georgina Mauriño
Qué bueno Georgina. Me ha encantado el artículo y coincido en lo que propones, críticas y aclaras. Necesitamos más información y buscar maneras que de verdad protejan a los creadores. Espero poder ayudar. Gracias por tu esfuerzo.