Palabras 3.0 : dApps, DAOs y la decadencia de los "Vanity metrics"
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Hacia la Web3 con una “wallet”
Hay palabras que se imponen por la vía de los hechos como los NFTs, de los que ya he hablado mucho en este podcast-newsletter. Otras palabras, en cambio, se van colando en nuestro vocabulario imperceptiblemente, y de pronto nos damos cuenta de que necesitamos liberarnos de ellas. Es el caso de la palabra “perfil” sobre la que os comentaba hace unas semanas, en la primera entrega de estas Palabras 3.0.
En la web3, los perfiles de redes sociales no sirven para identificarnos. No es preciso entregar un perfil de datos para identificarse como persona capacitada para transferir valor. Para transferir valor lo que hace falta es una cartera, una wallet… vamos, como en la vida misma. Al frutero no le cuentas tu vida, y si le informas sobre tus gustos o tu dieta es porque te da la gana, no porque él te lo exija. Eso sí, para entregarte tu compra tienes que pagar, aunque seas un total desconocido, un comprador anónimo para él. Tu cartera en el mundo digital, se llama “digital wallet” o “wallet”, y hasta este momento es lo que se está usando para hacer transferencias de valor en la web3.
Por eso, para entrar en la web3, el primer paso es hacerse con una wallet. El problema es que hay muchas, y algunas son complicadas de usar. Por eso, si no te sientes seguro, puedes posponerlo, pero si quieres entrar en este juego y empezar a probar los productos y servicios que se ofrecen en el nuevo Internet, tendrás que elegir una.
De hecho, te encontrarás que cada blockchain te ofrece varias posibilidades. Por mi parte, me voy a centrar en Bitcoin, que es la blockchain más segura y con más futuro, a día de hoy. En Bitcoin existen todavía pocas dApps, pero esto está cambiando rápidamente, y Stacks es uno de los proyectos mejor posicionados para que éstas dApps sobre Bitcoin florezcan.
Por otra parte, dejo aquí mi testimonio de que la billetera de Stacks, que se llama “Hiro”, ofrece una solución muy fácil de usar, como simple extensión de tu navegador. Sobre las billeteras digitales, podéis encontrar mucha información en la red.
Pero ¿para qué quieres una billetera digital? Para entrar en la web3 y empezar a usar dApps, otra nueva palabra.
dApps
Las dApps son Apps/Aplicaciones Descentralizadas, desarrolladas con tecnología blockchain, y para poder usarlas necesitas un identificador descentralizado, o sea, una wallet. Te encontrarás con que algunas dApps siguen pidiéndote que te identifiques con un email o un perfil social. Esto es porque algunas empresas que están desarrollando esas dApps necesitan datos para su modelo de negocio o para proveer su servicio. Éste no es el caso de Smartists, nuestra dApp para artistas-autores independientes, y sin embargo en nuestros primeros pasos estamos solicitando un email de contacto para conectar a los miembros de la comunidad. Sin embargo, estamos estudiando cómo evitarlo.
Con todo, si quieres acceder al uso de una dApp como la nuestra, sean cuales sean los datos mínimos que se te soliciten, lo que va a ser inevitable es hacerte con una wallet. Para entrar en Smartists necesitarás concretamente la Hiro Wallet, que será tu llave secreta para abrir tu estudio.
Por eso, antes de meterte en ese lío, quizás te preguntes ¿en qué se diferencia una App 2.0 de una dApp en la web3? Pues, esencialmente la dApp no extrae tus datos (ni te vigila ni manipula) por defecto. Si decides cambiar de DApp porque encuentras otro servicio mejor, puedes hacerlo sin dejar atrás información y datos que son tuyos. Las dApp ponen al usuario en control de lo que les pertenece. En el caso de los artistas, como comentaba hace unos meses nuestra obra y nuestra audiencia son nuestros mayores valores, y no puede ser que nuestra promoción y nuestras relaciones estén secuestradas en unas redes sociales de las que no podemos escapar.
Tenemos unos años por delante para irnos liberando de esa explotación 2.0, pero ya nada va a detener a las nuevas dApp, y quienes aprendan a usarlas pronto, van a tomar ventaja.
Decadencia de los “Vanity Metrics”
Con la llegada de las dApps para transferirse valor en Internet, están entrando en decadencia los likes , los números de seguidores… Quizás en este momento esto suene alejado de los ejemplos que te rodean, pero una realidad silenciosa que se va imponiendo: los mercados de NFTs están enriqueciendo a muchos artistas anónimos, sin que las redes sociales jueguen un papel esencial.
Por supuesto, es importante hacer promoción, pero en las nuevas formas prima la calidad sobre la cantidad. Interesa alimentar unas relaciones con los seguidores que les conviertan en cómplices de tu trabajo, y al fin clientes.
Pero, ¿cómo organizar unas buenas relaciones con tu comunidad de seguidores en la red? A través de una D.A.O
D. A. O.
Una organización autónoma descentralizada - Decentralized Autonomous Organization - es una comunidad de personas unidas por una misión común, que se organiza utilizando tecnología para la gestión de las propuestas de los miembros, el voto de esas propuestas, y también sus finanzas.
La automatización de todas estas gestiones de una manera justa y democrática, que tenga en cuenta a todos los individuos dentro de la organización es posible gracias a la tecnología blockchain, que permite identificar a los participantes (pseudónimamente a través de sus wallets), definir el valor de sus aportaciones, etc.
Esta nueva forma de organización humana para colaboración entre individuos, que persiguen una misión común, abre las puertas a cambios críticos en todos los terrenos, incluidos los negocios, puesto que estamos en el Internet del Valor, el Internet de los negocios.
Para los artistas, las DAOs ofrecen medios para organizarse a grupos de personas que comparten gustos, pasiones por determinados artistas o formas de expresión, o incluso la defensa de sus derechos de Propiedad Intelectual.
Una misión y/o visión compartida por un grupo de artistas puede dar nacimiento a una DAO, como antes daba nacimiento a una Asociación Cultural, una cooperativa o una fundación. Pero esta vez, con la ayuda de la tecnología, la comunidad puede ser global, unida solo por ese interés común, y su gestión será más eficaz y transparente, de acuerdo con lo que los miembros decidan darse como reglas de base, ese protocolo que los miembros fundadores deben consensuar como punto de partida.
Quizás esto suene uno poco teórico, pero espero poder pronto traer ejemplos que permitan visualizar estas palabras 3.0, un vocabulario nuevo, que es bueno conocer, según nos vamos adentrando en el Internet del Valor.
Conclusión
En estas líneas, espero haber aclarado el sentido de algunas palabras esenciales, que se están empezando a manejar, y que es necesario entender bien para conocer el nuevo paradigma en el que nos vamos a mover.
Para las próximas entregas de esta newsletter tengo intención de entablar diálogo con creadores y personas que están trabajando con artistas ya en el Internet del Valor. Empezaré con algunos que conozco, pero si quieres dar tu testimonio, contáctame contestando a esta newsletter.
Con su ejemplo pionero seguiré invitando a todos aquellos artistas independientes que se auto-gestionan en la red a este nuevo Internet del Valor, que ya está en marcha.
¡ Hasta pronto !
Georgina Mauriño
Autora participando en la construcción del Internet de los usuarios